Andarías con alguien que tiene VIH? Sé honesto… ¿Cuál
es la primera respuesta que llegó a tu mente?
Cuando hablamos de VIH es muy común que la mayoría
llegue a sentir temor, pero es mucho más común que uno piense que algo como eso
“jamás le va a pasar”. Hablando de temas como este no importa la edad, de nada
sirve si eres joven o no, el caso es que creemos que somos inmunes, que estamos
exentos y muchas veces que un condón es suficiente para evitar llegar a ser
portadores del virus. ¿En verdad crees que eso es todo lo que necesitas?
Debo decir que yo me he hecho la prueba del VIH en
algunas ocasiones, y no hubo ninguna de ellas en la que no sintiera nervio y
miedo durante la expectativa de los resultados. Sentía miedo porque en algún
momento me ganó la calentura, porque pensé que nada pasaría y me olvidé de usar
un condón. Y a pesar de que afortunadamente todas mis pruebas han salido
negativas, la realidad es que no se puede estar jugando con el destino.
Supón que tú lo tienes, hagamos de cuenta que eres
VIH positivo. ¿Crees que eso te haría diferente de los demás? ¿Piensas que no
mereces las mismas oportunidades de ser amado y disfrutar de una relación
maravillosa como todos? Honestamente yo no tengo una respuesta definitiva a la
pregunta principal de este texto, pero lo que es cierto es que si yo fuera el
portador, me gustaría saber que por pequeño o grande que sea ese detalle para
otros, la oportunidad de encontrar el amor sigue sobre la mesa.
Pensaba escribir este artículo en base a los comentarios
de otros, a las tantas respuestas positivas que recibí y a unas cuantas muy
nefastas, pero la verdad es que no puedo hacerlo de esa forma. No puedo dar por
hecho que todos los que respondieron con un sí rotundo en verdad lo harían, de
igual forma no puedo estar seguro de que aquellos que sin dudarlo dijeron que
no, no cambiarían de opinión si el hombre en cuestión fuera el amor de su vida.
Lo que sí puedo hacer es hablar de mí, de lo que pienso y de mi propia
experiencia.
Nunca he salido con alguien positivo, no porque lo
rechace, pero porque jamás he conocido a alguien en el plano amoroso que sea
portador. A quien sí conocí fue a un gran amigo, un hombre con tanta vibra
positiva como belleza física y emocional; y sí, tenía VIH. Me contó que lo
tenía desde muy chico y me lo dijo como si hablara del color de su cabello. Así
sin más, sin darle importancia, sin dejar que fuera eso lo que lo definiera.
¿Sabes qué otra cosa tenía? Una relación más duradera y estable de la que yo he
tenido jamás.
Creo que nunca he conocido a una pareja tan
comprometida y feliz como la de ellos. Se entendían a la perfección, se amaban,
se respetaban y créeme, por lo que llegué a saber en esas charlas subidas de
tono, su vida sexual era por demás envidiable. Sí, su pareja era negativo, y
para él eso nunca fue un impedimento o una barrera tanto en la cuestión
emocional como sexual. Y yo siempre me pregunté… ¿Cómo demonios lo hacen?
Quizá no existe una fórmula, probablemente nunca sabré
la respuesta, pero lo que sé es que hasta el último día de vida de mi amigo,
fue feliz. Y gran parte de esa felicidad se debió a que encontró el amor en
alguien sin prejuicios, sin miedos, con suficiente valor para estar a su lado
sin importar nada. Creo que ahí está la clave, en que no todos somos ese tipo
de hombre.
A muchos nos gana el miedo, esa estúpida mentalidad
que nos dice que no es bueno, y en gran parte la inmensa falta de información
en cuanto al tema. Es muy fácil decir que NO cuando los temores nos ganan,
cuando nos ponemos a pensar lo que otros podrían pensar, cuando creemos que al
estar con alguien positivo inmediatamente van a deducir que tú también lo eres
y ¿¡cómo va a ser posible!?
Nos limitamos a ver la etiqueta sin hacer un esfuerzo
por ver a la persona detrás, al ser humano, al hombre. Queremos lo mejor para
nosotros sin preguntarnos antes si nosotros somos lo mejor para alguien más,
pensamos que por no ser portadores de VIH somos mejores y muchas veces
albergamos la estúpida idea de que todo el que lo tiene se lo ganó por andar de
caliente, sin saber exactamente cómo fue que terminó siendo positivo.
¿Será que aún no estamos listos para darnos cuenta de
que los tiempos han cambiado? ¿Será que a pesar de que muchos van por ahí
pidiendo igualdad y navegando con bandera de activistas en el fondo siguen
siendo intolerantes a aquello que no conocen? Si en lugar de VIH habláramos de
una persona con cáncer, ¿la reacción sería la misma? Entonces… ¿estamos
rechazando a alguien por ser diferente, o en realidad el temor es a la idea de
amar a alguien que tenemos más probabilidades de perder?
Existen muchos factores a tomar en cuenta antes de
responder si tendrías una relación con alguien que es VIH positivo, pero sean
cuales sean lo importante es que no estén basados en el miedo. Sí, el VIH es
contagioso, pero también lo es la estupidez, y al menos yo preferiría
enamorarme de alguien VIH positivo que de un hombre tan estúpido que defina a
otros por lo que tienen, y no por lo que son.
¿Tú qué harías?