¡Ay, la putería! ¿Cuántos nos
hemos dejado llevar por ella? ¿Quiénes no han disfrutado una, y otra, y otra, y
otras tantas veces de esa rica satisfacción a veces no sólo sexual, sino
también emocional que nos da el sabernos deseados por otros?
Si eres de esos que utilizan
aplicaciones de ligue como Hornet, Grindr, Tinder u otras, entonces sigue
leyendo. Porque en muchas ocasiones se nos cuestiona, juzga y critica por
utilizarlas, se nos tacha de zorros y calientes, cuando me consta que muchos sólo
son calienta huevos y nunca hacen nada; porque lo único que buscan es levantar
su ego, así como también me consta que
están (¿o estamos?) aquellos que sí han recurrido a ellas para descargar el
estrés del día; y por estrés ya saben a lo que me refiero.
¿Y qué pasa cuando empiezas a
salir con alguien? Ya sea que lo hayas conocido por alguna de ellas o en el
mundo “real”, seguramente te has encontrado con la decisión de seguir o no
hablando con tipos en las apps, de seguir ligando, conociendo y hasta cogiendo con otros… Y es que, ¿cómo o
cuándo sabes que ya es momento de pararle a tu desmadre?
Spoiler alert: No existe una respuesta general y correcta a ello. Y
aunque ya te dije la conclusión de este artículo, te explicaré el porqué.
Tú, que me estás leyendo, de
seguro crees que las apps se deben dejar de usar en el instante en el que
empiezas a salir con alguien. Tú, el otro, crees que se deben eliminar cuando
ya sabes que va en serio la cosa. Tú, estás seguro que únicamente debe suceder
cuando ya son novios. Y así podría seguirme de largo, con esos que piensan que
no hay razón para dejar de usarlas o los que, como yo, dicen una de las
verdades más grandes con respecto a mi última pregunta: Lo sabes cuando no lo
sabes.
¡Neta! ¿Por qué tienes qué
decidir si seguirlas usando o no? ¿Por qué taladrar tu mente buscando una
respuesta a algo que es más que obvio? Y es que si algo es cierto es que si
tienes ganas de seguir ligando, lo vas a hacer. Así como también si lo que
quieres es ser exclusivo con alguien, entonces lo serás. Aunque el tipo con el
que sales sea guapísimo, si sigues sintiendo la necesidad de conocer, acostarte
o incluso salir en el mismo plan con otros, es porque él no tiene todo lo que
buscas, porque no estás convencido y por mucho que te gusta, no llena por
completo el placer (en general) que estamos buscando.
En el caso contrario, cuando el
vato te hace sentir pleno y feliz, ni siquiera te das cuenta cuando hiciste tu
última conexión en Grindr, pasas el ícono de la app en tu teléfono como si
fuera cualquiera de esas que nunca abres con frecuencia y ya ni te acuerdas del
tipo buenísimo con el que platicabas hasta tarde. Aquí entra el lo sabes cuando no lo sabes.
Dicen que el interés se nota. Y
aunque la mayoría de nosotros tomamos la frase para referirnos al interés del
otro, en lo primero que deberíamos de ponernos a pensar es en el interés
propio. Escuchar a esa voz dentro de nosotros que nos indica si el tipo
realmente nos llena o no. Ese interés se nota más, porque podrás engañar a
otros, pero no puedes engañarte a ti.
¿En dónde está escrito que una vez pasada la
primera cita con alguien ya debes de dedicar tu tiempo por completo a él? El
pensar que ya porque compartieron unas horas juntos es sinónimo de
“pertenencia” es absurdo, porque si nos ponemos a pensar, ni él ni nadie te
pertenece, ni tú a ellos; siendo así, ¿entonces por qué hablar de “fidelidad”
cuando aún ni siquiera tienen algo establecido? No se trata de que esté
diciéndoles que vayan todos a andar de fáciles y calientes, no. Se trata de que
cada uno somos un ente distinto, con mentalidades únicas y necesidades o deseos
propios.
No puedo venir a decirles que las
dejen de usar o que sigan en ellas no, esa es decisión de cada uno conforme a
lo que va sintiendo y a cómo ve que avanza la convivencia con el chavo con el
que salen. Lo que sí reafirmo es que muchas veces inconscientemente dejamos las
aplicaciones sin darnos cuenta, porque el vato ya nos trae más locos que
Britney en la década pasada. Y también inconscientemente puede que sigamos
entrando a las apps y conociendo a otros hombres porque seguimos en la búsqueda
del ideal, o simplemente porque pueden más las ganas de tener sexo que las de
empezar una relación. ¿Cuál es tu caso?
La cuestión es simple, nadie
puede juzgar o decirte qué hacer o cómo hacerlo, el único que sabe cuándo y
porqué parar es uno, lo sabes cuando no
lo sabes, pero aún así, recuerda que todos somos el resultado de nuestras
propias decisiones, no hay buenas ni malas, sólo decisiones. Así que si eres de
los que ya sabe con seguridad qué es lo que quiere, sigue en tu camino hacia
ello sin meter la pata, ni a otros ni especialmente a ti mismo, porque en el
proceso podrías lastimar a muchos, y podrías lastimarte a ti mismo.
Y mi último mensaje a todos esos
que satanizan y casi nos crucifican a los que usamos ese tipo de aplicaciones…
¡relájense! Y tampoco se las den de muy dignos, porque hasta donde tengo
entendido, nadie deja de usar Instagram, Facebook o Twitter cuando inicia una
relación, y créanme que en esas redes se liga a veces mucho más que en las
hechas específicamente para eso. Muros vemos, bandeja de inbox no sabemos.