Voy
a empezar por decirte que no te odio. Que no te guardo ningún rencor y que el
alejarme de ti fue una decisión que me costó, pero de la que no me arrepiento.
Probablemente tú me odias, odias el que yo te haya dejado y que hubiera cortado
tus ilusiones cuando tú estabas emocionado por lo nuestro. Hoy puedo explicarte
qué pasó.
Nunca
se trató de ti. Por más trillado que parezca no te dejé porque algo te faltara,
porque no tuvieras lo que busco. Tampoco te dejé porque fueras demasiado para
mí, no. No se trata de falta de autoestima ni el pensar que no merecía a
alguien como tú. La situación va más allá de eso.
Probablemente
en ese momento tú no entendiste mi razonamiento, quizá sigas sin hacerlo. Pero
lo que te puedo decir es que aunque hice lo que era mejor para mi, también
busqué beneficiarte a ti. Ahorrarte tiempo, evitarte la decepción de enamorarte
de alguien que no podía corresponderte. Desgastarte por alguien que simplemente
no estaba listo, que no podía valorar el cariño de otro.
Esa
es la cuestión. Nunca se trató de ti. Conocerte me emocionó y me ilusionó día
con día, provocó en mi sensaciones que llegué a pensar que no tendría de nuevo.
Llegué a despertar pensando en ti y a sonreir al recordarte. Sé que sabes lo
que es eso. Pero a pesar de ello no estaba listo, mi corazón, mente y cuerpo no
lograban conectarse. Cuando me alegraba por verte algo me decía que tuviera
cuidado, cuando pensaba en dejarte algo me animaba a seguirte viendo. Todos los
días me enfrentaba a eso.
Ha
pasado algún tiempo y hoy me acordé de ti. De lo mucho que me hiciste feliz y
de todo lo que vivimos. De las veces que reímos y aquellas en las que nuestras
peleas terminaron en la cama. De tus sonrisas y lo bien que me hacías sentir
cuando estuvimos juntos. Hoy recordé que te dejé ir porque no estaba listo.
Aunque
puedas pensar que en este momento estoy tratando de recuperarte, no es así. Cuando
nos conocimos yo no estaba preparado para darte lo que necesitabas, y estoy
seguro de que no era nuestro tiempo. Pero la prueba de que todas las personas
que se cruzan por nuestras vidas lo hacen por una razón, es esta. Es el decirte
hoy que no tenías porque odiarme, que tu resentimiento es innecesario, que
aunque no lo entiendas, un día verás que el que me haya alejado sirvió para que
así pudieras conocer al hombre que estabas esperando.
A
veces nos cuesta mucho ver que cuando alguien se va, está abriéndonos más
posibilidades. Nos cerramos en un sentimiento de abandono que no nos permite
percatarnos de que cuando volvamos a amar, sabremos que por algo la persona
anterior no se quedó, que el universo tenía algo más para nosotros, alguien más
adecuado para ti.
No
espero que me agradezcas el haberme ido, lo único que quiero que sepas es que
tú no fallaste, que noté cada esfuerzo que hacías, el tiempo que tomabas para
estar conmigo, las ganas que tenías de que lo nuestro funcionara. Que sepas que
físicamente me encantabas, que tu forma de ser me atrapaba y que tienes
cualidades que pesan mucho más que los defectos, que cualquiera sería afortunado
de tenerte a su lado. Cualquiera, menos yo cuando nos conocimos.
Ayer
nos encontramos de nuevo después de tanto tiempo de no vernos. Pasé a tu lado y
volteaste la cara sin siquiera disimular tu arraigado enojo, desviaste la
mirada y a pesar de los segundos en los que pude ver tus ojos, noté aún ese
coraje en tu mirada. ¿Es porque ahora estoy con alguien? ¿Por qué otro logró
hacer que sí funcionara? Recuerda que nunca fue por ti, que no tenías nada
malo, que no se trató de que no fueras suficiente o fueras mucho más. Sólo no
estaba listo.
Si
yo no era para ti, estoy seguro de que encontrarás a alguien que sí se quede.
Alguien emocionalmente disponible para hacerte feliz, alguien quien sí pueda
quererte como lo mereces. Hoy quiero que dejes de pensar que algo malo había en
ti, que no diste suficiente, quiero que tengas la seguridad de que podrías ser
el novio perfecto, siempre y cuando tu camino se cruce con la persona indicada.
Que en ese momento no era yo.
Quiero
que sepas que aunque pensaste que me quise más a mi por dejarte aún sabiendo lo
que valías, también te estaba queriendo a ti al evitarte la pena de estar
conmigo. Que si hoy soy feliz con alguien más fue por decidir alejarme, y que
cuando tu piel vuelva a vibrar por otro, mi cariño por ti seguirá estando
presente, porque me fui para que pudieras encontrar a ese hombre que te hiciera
realmente feliz.
Pareciera que te robo las palabras alguien que conozco :/ hahahahaha
ResponderBorrarEsto es una vil copia y adaptación de uno de mis textos http://alextoledo.mx/carta-para-el-chico-bueno-que-se-fue/ ojo con sus columnistas.
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