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Pues sí, Taylor Swift atacó de
nuevo y sólo después de 2 semanas de haber terminado con Calvin Harris empezó
un nuevo romance con Tom Hiddleston. A pesar de que su ruptura se dio en los
mejores términos, muchos ya andan diciendo por ahí que Taylor y Tom ya se
traían algo desde que se conocieron hace un mes en la MET Gala y que es la
razón por la que ella botó al DJ.
No les estoy contando esto porque
sea mega fan de Taylor Swift (que sí lo soy) y me interese su vida amorosa,
sino porque esto me recordó a aquella vez en la que estando en una relación me
dejé conquistar por alguien más sin siquiera darme cuenta. ¡Ajá! Seguro ahorita
estás pensando que me vi muy puto y que no es posible que uno no se de cuenta
de que alguien está tratando de ligárselo, y tienes razón. La neta es que uno
lo sabe, y si lo permite es por una simple razón: ya no es feliz con su pareja.
De esto hace apenas 4 años. Yo
estaba en la que ha sido mi última relación estable y motivada por el amor
puro. Sólo duramos 6 meses pero hasta el día de hoy ninguno ha podido hacerme
sentir todo lo que sentí con él. Aún así terminamos y a la semana de eso yo ya
estaba saliendo con alguien más. Un “alguien más” que estuvo presente durante
las últimas semanas de mi relación (pero que había conocido aún antes de
conocer a mi novio), que fungió como amigo y como confidente, alguien que había
estado esperando el momento correcto para hacer el siguiente movimiento
conmigo.
La neta sí me gustaba, desde que
lo vi me llamó la atención y quise conocerlo. Pero cosas del destino, él no mostró
interés en mí y a los pocos meses conocí a alguien que me enamoró poco a poco y
empezando por la mente, no por el cuerpo ni el corazón. Nuestra relación fue
rápida y entregada. A los 2 meses de salir nos mudamos juntos, fue la 1ª vez
que me sentí tan seguro de mis sentimientos como para compartir todo con
alguien así sin pensarlo dos veces, obedeciendo al impulso. El chiste es que
terminamos.
Y aunque hasta el día de hoy creo
que la razón principal fue la diferencia de personalidades y planes de
vida, una parte de mi sabe que algo
esencial fue que sabía muy en el fondo que había alguien por quien me sentía
muy atraído esperando a que yo estuviera soltero. Empezamos a salir bajo mi
condición de no “hacerlo público” (vivía en un lugar pequeño y a los dos
minutos mi ex podía enterarse), pero la atracción, la emoción, el enamoramiento
de quinceañera y la inmadurez ayudaron para que todo me valiera madre y a las 3
semanas de haber empezado a salir con él (y 5 de haber terminado mi última
relación) ya hiciéramos oficial el noviazgo (literal, hasta con su madre). ¿Quién puede resistir a un beso mientras están sentados en la arena bajo un cielo estrellado frente al mar?
En ese momento no escuché a mis
amigos que me aconsejaban tomarlo con calma, que decían que estaba usando al
nuevo para reemplazar al otro, que no estaba listo para enamorarme otra vez. No
tenían razón, la verdad es que mis sentimientos por mi ex estaban secos hace
tiempo, no les voy a dar más detalles pero ninguno de los dos éramos felices estando
juntos, y si algo definió nuestra relación fue la honestidad y el respeto por
la felicidad del otro, no me sentía culpable.
Los años han pasado y hoy me doy
cuenta de que en realidad no estaba listo, que a pesar de que por dos meses fui
feliz (y no es cierto porque de los dos meses que duró mi relación, el segundo
mes fue de aceptar que él me iba a dejar), debí tomarme mi tiempo y darle el
debido respeto a alguien que había apostado por mí y al que había amado. Bien
dicen por ahí que lo que mal empieza mal termina, y después de esa y otras
metidas de pata he aprendido que aunque suene a dicho que tu abuelita diría, es
completamente cierto.
Si hoy me preguntas con cuál de
mis ex volvería sólo puedo pensar en ese al que dejé por otro sin darme cuenta,
¿sería posible? Quizá no, porque aún antes de que él supiera que había alguien
más había decidió en conjunto dar por terminada la relación. Eso no quita de mi
cabeza que ha sido el mejor hombre que he conocido en la vida y al que he amado
más honestamente que a cualquier otro, incluso si sólo fue por un corto lapso
de tiempo. El único del que tengo un tatuaje que me lo recuerda todos los días
y del que no me arrepiento.
¿A dónde iba con todo esto? La
verdad es que ya no lo recuerdo, lo que sé es que a ambos hombres dentro de
esta historia les debo mucho, a uno el haber madurado y dejar de ser un
estúpido que no sabía qué quería a futuro, y a otro el haberme dado la alegría
más grande de mi vida, mi perro Mateo.
Es curioso, pero desde esa
anécdota hace 4 años mi vida amorosa ya no es la misma. Muchos han pasado pero
ninguno con la importancia para quedarse, ninguno con la entrega del que lo dará todo, nadie que
enamore primero mi mente que mi cuerpo o mi corazón. Quizá le deba todo al
karma, es posible. Pero si de algo estoy
seguro es de que no me arrepiento de nada, que aunque sé que para muchos no
hice bien, hoy puedo mantener una relación amistosa con mis dos ex novios, porque
lo importante no es lo que haces en el momento sino el aprendizaje y la
experiencia que te llevas de cada uno, y así.
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