“¿Sabes? En realidad me la paso
muy bien contigo, eres un súper chavo y te mereces lo mejor; pero en este
momento no estoy listo y creo que prefiero conservarte como amigo antes que
arruinarlo y nos dejemos de hablar…”. ¿Te suena familiar? Si es así, mi querido
lector, bienvenido a la friendzone.
A la mayoría nos ha pasado.
Salimos algunas veces con alguien esperando que la química haga su chamba y
quizá, sólo quizá, esta sea por fin la pareja que tanto hemos estado buscando,
ese con el que vamos a compartir nuestro tiempo, cuerpo y emociones. Nos
emocionamos en la primera cita, y nos emocionamos mucho más cuando planeamos
una segunda, para las siguientes la atracción está al máximo; y si ya hubo más
que besos entonces no sólo es tu mente y tu corazón los que se vuelven locos
cada que lo ves, también tu cuerpo.
Acto siguiente: tenemos qué
hablar. ¡Mierda! Todo iba bien, no había señales de que las cosas no fueran a
funcionar o de que algo no estuviera en el lugar correcto. ¿Qué pasó? La
realidad es que nunca lo sabremos con seguridad, podemos hacer conjeturas o
hasta creer en sus motivos, pero jamás vamos a saber si son reales, puesto que
es imposible descifrar verdaderamente lo que puede estar pasando por su cabeza.
Por eso, hoy vamos a ver algunos de los pretextos y clichés más comunes cuando
alguien te manda directito a donde te gusta.
Necesito Tiempo
¡¿Cómo para qué?! Tendrás
suficiente tiempo para pensar cuando te mueras, eso seguro. Pero
definitivamente esta frase es de lo más trillada cuando quieres zafarte de
alguien que no te convence del todo. Nos dicen que tienen muchas cosas que
pensar, que acaban de salir de una relación o que no saben lo que quieren. Y
aunque suene culero, esta frase es de las que se usan cuando te diste cuenta
que en efecto necesitas tiempo, pero para seguir conociendo a más vatos
esperando que otro sí te haga sentir de verdad.
No eres tú, soy yo.
¡Huy! Esta viene desde tiempos
ancestrales y se ha seguido esparciendo por los siglos de los siglos. ¿No eres
tú? ¡Mentira! Sí eres tú, es el que no me gustes del todo, el que tienes cosas
que no me laten, el que tu forma de ser y la mía no sean tan compatibles al
final, el que el sexo no sea tan bueno como lo esperaba o hasta que seas tan
buen partido que de miedo lastimarte. Aún con eso, sí eres tú, porque son esas
peculiaridades o defectos tuyos los que lo hacen dudar.
Las relaciones no son lo mío.
¿Y te das cuenta después de haber
durado varios años con alguien? ¿Después de una decena de novios? Si, es cierto
que muchos pueden no estar hechos para el noviazgo, pero la convivencia se
aprende, se desarrolla y se cultiva todos los días. O díganme, ¿cuántos hemos
conocido a alguien que dice que las relaciones no son lo suyo y a los pocos
meses termina andando con alguien más? ¡Típico! Muchas veces no es que no
quieran un noviazgo, es que no lo quieren contigo.
No estoy buscando nada serio.
Esta quizá sea cliché, pero es de
las más honestas que te vas a encontrar. Cuando un tipo te dice que no está
buscando nada serio, automáticamente sabes que lo único que espera es un buen
acostón. Sin sentimientos, sin romance, sin mensajes de texto y llamadas de
buenas noches, no. Sexo, vacío y placentero sexo casual. Probablemente busque
un sex friend, alguien con quien salir, pasarla bien y poder restregar los
cuerpos, pero evitando la a veces molesta pregunta del “¿qué somos?”.
Sigo pensando en alguien más.
Así sea el ex, otro ligue o un
amor a distancia. ¿Para qué chingados empiezas a salir con otro si tus
sentimientos siguen aferrados a alguien más? La teoría de que un clavo saca a
otro clavo no está chida, porque además de falsa, es dolorosa. Nadie quiere ser
el clavo, a nadie le gusta que lo utilicen para olvidar a otro o que sólo lo
hagan perder su tiempo. No chavos, hay que tener un poquito de madre y ser
consciente de lo que hacemos, es irreal que a las 2 semanas de salir con
alguien te des cuenta de que extrañas a tu ex. Eso lo sabes desde el principio,
así que mejor ahórranos la pena de escuchar pretextos estúpidos.
Estoy enfocado en mi carrera.
¡Bravo! Me parece excelente que
alguien sea lo suficientemente maduro y ambicioso como para dedicarse en cuerpo
y alma al ámbito profesional. Y es que seamos honestos, algunas carreras son
demasiado absorbentes y necesitan de un esfuerzo y entrega totales, pero siendo
así… ¿Por qué ilusionas a alguien sabiendo que de momento no está en tus planes
tener una relación? ¿Por no estar completamente solo? ¿Por saberte deseado y
querido? No, si realmente sabes lo que quieres, dedícate a ello sin llevarte a
nadie arrastrando en el camino.
Vamos muy rápido.
¡Cuidado, el elenco de Rápido y
Furioso debe estar molesto porque le estamos tumbando la chamba! ¿De verdad?
Ok, acepto que existen relaciones que se desarrollan muy rápido, no pasa ni un
mes y ya casi viven juntos, conocen a la familia y comparten hasta la quincena.
Pero nada de eso sucedería si el otro no diera pie a ello. La velocidad la van
marcando los dos, y si en algún momento tú mismo pisaste el acelerador, no
vengas ahora a frenar en seco cuando el otro ya está encarrerado.
Quizá no es nuestro tiempo.
Sí, nos llevamos súper bien, el
sexo es bueno y la relación es linda. Pero no es el momento. ¿Entonces cuándo
es? ¿Cuándo te canses de conocer a otros y se te de tu gana buscarme? El tiempo
es subjetivo, y muchas veces nos excusamos con él porque no estamos listos para
una relación, pero en este caso lo mejor es ser honesto y cortarlo de golpe.
¿Para qué dejar a alguien ilusionado con la esperanza de que en algún momento
las cosas sucederán?
Te quiero, pero como amigos.
Hemos llegado al punto clave de
la friendzone. Ese en el que después de haberte ilusionado, besado o hasta
cogido, se da cuenta de que te prefiere como amigo. Sí, eres increíble, tu
personalidad es maravillosa y quiere seguirte teniendo en su vida, pero no como
novio. Hasta parece que en sus cabezas suena muy fácil pasar de un día para
otro de ser el ligue al amigo. ¡A veces hasta cometen la estupidez de empezar a
contarte a los pocos días que ya salen con alguien más! ¿Es neta?
Nadie está libre de ser mandado a
la friendzone, de escuchar estos y muchos más pretextos que nos suenan a cliché
y que no hacen más que ponernos a pensar que, una vez más, salimos con otro
tipo como tantos que, consciente o inconscientemente sólo está jugando con
nosotros. Pero aguas, que en muchas de esas ocasiones podemos darnos cuenta
desde antes de que la historia terminará con alguna de estas frases, es sólo
que nuestras ganas de hacerlo funcionar y de que podamos cambiar el curso nos
hacen cerrar los ojos y continuar esperando a veces un milagro.
Eso, mis estimados lectores, se
llama masoquismo. Y aunque podemos tener muchas ganas de encontrar a la pareja
ideal, jamás lo haremos si seguimos poniendo al otro antes que a nosotros
mismos y le damos la oportunidad de jugar con nuestro tiempo y sentimientos. O
quizá tú, que me estás leyendo seas de los que recurren a estas trilladas
frases para salir de una relación. Probablemente las aprendiste a la mala,
siendo de los que las recibieron, probablemente no y sigas invicto en el juego.
Pero cuidado, que hasta al mejor cazador se le va la liebre, ¿y quién sabe? A
lo mejor mañana te toca, y en ese momento te invito a que recuerdes este
artículo. Porque aunque te haga sentir mejor el pensar “no era yo”, recuerda
que sí, no importa lo que hagas, sí eres tú.