Dicen que las épocas
decembrinas son tiempos para compartir, para amar, para dar y recibir. Quizá
nosotros a veces tomemos muy en serio esa última parte y bromeamos con ella
llevándola a un aspecto sexual, y qué rico ¿no?
La neta es que véase por
donde se le vea el sexo es uno de los
mayores placeres que existen en esta vida, ¿y por qué privarse de llevar una
vida sexual activa y satisfactoria? Somos seres sexuales por naturaleza, y
dicen por ahí que a comparación de las mujeres, los hombres somos mucho más
sexuales y hasta fáciles para eso de echar pasión, lo cuál es completamente
cierto.
¿A qué voy con todo esto? A
que nosotros como hombres que se
relacionan con otros hombres estamos sujetos a asumir un rol dentro de nuestra
vida sexual. ¿O me van a decir que no es una pregunta básica cuándo estás
conociendo a alguien que te late? El típico “¿qué rol eres?” es un comentario
que a mí en lo personal me desagrada bastante, pero el cual considero necesario.
Activos, pasivos, inter,
inter-act, inter-pas… lo cierto es que
cualquiera que sea el rol que se desempeñe, la finalidad es la misma, disfrutar
de una buena sesión de caricias con la persona con la que hayas decidido
hacerlo. Entonces… ¿por qué aún tenemos tanto hermetismo al respecto? He
conocido infinidad de personas que esconden sus deseos por el estúpido hecho de
pensar que ser solo activo te otorga masculinidad, te hace menos gay y no te
pone en un nivel tan vulnerable. Son esos mismos los que creen que ser pasivo
significa por ende ser “la mujer” en la relación.
Este tipo de mentalidad
viene en gran parte debido a la cultura que venimos arrastrando, en México; por ejemplo, es mucho más común
encontrar este tipo de ideologías debido aún al machismo que se vive y que en
muchas de las ocasiones nosotros mismos nos imponemos, aún siendo homosexuales.
No es nada raro referirse a alguien como “pasiva” diciéndolo como insulto, por
el contrario es muy raro escuchar que a alguien se le diga “activa”, así, en
femenino, porque la visualización que tenemos de ambos roles es completamente
opuesta cuando ciertamente no tienen gran diferencia.
Que si te entra, que si la
metes, ¡¿qué importa?! Todos aquellos activos que llaman a otros “pasivas”
ofensivamente, ¿qué harían sin ellos? ¿A quién se tirarían? Es ilógico que existan este tipo de etiquetas en un mundo en el que no
importa si das o te dan, a fin de cuentas estás cogiendo con otro hombre y es
eso lo que te hace homosexual, sin distinción de niveles debido al rol.
Existen aquellos que
disfrutan únicamente alguno de los roles, pasivos que de plano no le encuentran
chiste a penetrar y activos a los que no les gusta ser penetrados, no tanto por
machismo sino por cuestiones corporales como el dolor y la poca satisfacción
que sienten al hacerlo. Y como todo, son casos completamente válidos, aunque me
atrevo a decir que conforme pasa el tiempo es mucho más común que a estas
alturas todos hayamos jugado ambas caras de la moneda y tengamos una decisión
mucho más clara de qué es lo que preferimos o nos brinda más placer. Y es ahí
cuando los roles inter-pas o inter-act se hacen presentes, los cuáles se me
hacen la elección perfecta del sexo. ¿Qué
mejor que disfrutar plenamente de tu pareja? ¡Qué aburrido sería si únicamente
las cosas fueran en blanco o negro!
No dudo que una relación
sólo act-pas funcione a la perfección, pero hasta el momento he conocido varias
parejas que viven de esa manera y la neta (y lo triste) es que ninguna de ellas
continúa siendo fiel. En uno de los casos, el activo de la relación busca por
otros lados quién lo penetre, ya que se hartó de hacerlo todo el tiempo y su
pareja se niega por completo a ello. Al menos en lo personal, creo que ese tipo
de situaciones son las que llevan a que tu vida sexual en pareja caiga en la rutina y el aburrimiento.
No hay nada como
experimentar, probar y dejarte llevar, mucho más si lo haces al lado de tu
pareja. Es completamente satisfactorio y
gratificante entenderse sexualmente y disfrutar de ello, sea cual sea el rol.
Lo que no es satisfactorio son todos aquellos pasivos de closet a los que les
da miedo admitirlo por temor a que se les vea menos hombres, lo que no es
gratificante es que se siga usando la palabra “pasiva” como insulto. Hoy por
hoy, tú que me lees tienes sexo con otro hombre, seas activo o pasivo, eres gay
y tu rol no va a cambiar eso ni te va a
hacer más o menos homosexual. Así que si en verdad crees que es así, me
temo decirte que estás completamente en el error.
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