Dicen que por lo regular la
mayoría de los gays son demasiado sexuales, a veces hasta rayando en lo
promiscuos. También dicen que las relaciones homosexuales son 60% basadas en
sexo y 40 % en el amor. Yo no sé ustedes, pero a mí permítanme dudarlo.
Si bien es cierto que
absolutamente todos disfrutamos de una vida sexual plena y activa, voy a
desmentir a todos aquellos que generalizan y viven en el erróneo de que un gay
es únicamente sexo, sexo y más sexo.
Sí, el aspecto sexual es
una parte fundamental en una relación, qué va, no sólo en una relación, en la
vida. Una vez que tienes relaciones sexuales se convierte en una necesidad
natural y ahora sí que como dicen: el cuerpo lo pide y pues hay que darle
gusto, ¿no?
En la actualidad y con
tantas opciones de sexo fácil y rápido es demasiado sencillo caer en
tentaciones y convertirte en ese tipo de chavos al que todos conocemos como
“putos”, y aunque no está nada padre, preferimos seguirle dando rienda a la
pasión sin fijarnos en el qué dirán, lo cuál; debo decir, tampoco está nada
mal.
Pues bueno chavos, no todo
es miel sobre ojuelas y rechinada de catre las 24 horas. Aunque parezca un
tanto difícil de imaginar para muchos, existen hombres con un deseo sexual
mínimo, esos a los que no les interesa mucho tener intimidad con su pareja y no
por falta de ganas, sino por otros factores a veces algo difíciles de
comprender. Te preguntarás, si tanto amas a tu pareja, ¿por qué no querer estar
con él? Y déjame decirte que es muy buena pregunta. Los motivos pueden ser
muchos, desde la falta de libido, de tiempo, de atracción sexual o hasta de
amor, y quizá de todas las anteriores la última sea la peor.
Yo he estado en relaciones
en las que el sexo es primordial y aparecía en el menú diario sin haber otras
opciones, (qué tiempos aquellos), pero también me ha tocado la otra cara de la
moneda y he estado en pareja sin sentir demasiado deseo sexual, sí,
lamentablemente yo era el que no tenía ni ganas ni intenciones de mejorar ese
aspecto de nuestra vida. ¿Por qué?
He escuchado muchas
opiniones en las que se dice que si tu pareja no quiere tener intimidad contigo
entonces es un claro signo de que no te ama lo suficiente, de que no le atraes
o de que puede que te esté poniendo el cuerno, y déjenme decirles que todos y
cada uno de esos razonamientos son simples y estúpidas mentiras. En mi caso,
estaba completa y plenamente enamorado de mi pareja, de su inteligencia,
personalidad, de su plática, su cultura y de su cuerpo. En pocas palabras,
estaba enamorado de todos y cada uno de los aspectos que lo caracterizaban y
nos unían como pareja, incluido el sexo, pero cuando la relación pasó a un
plano mucho más intelectual que físico, el sexo ya no fue lo más importante y
debo decir que a veces era mucho más erótico poder compartir un momento de
lectura en pareja que el simple hecho de tocarnos la piel, porque a fin de cuentas eso lo puede hacer
cualquiera. Pero llegar a la mente de tu pareja y conectarse más allá de lo
superficial es algo que no todos pueden lograr.
Ok, quizá pensarás que eso
no justifica que el sexo deba de parar, y tienes toda la razón. Entonces, ¿por
qué aún así y con todo el amor que había no sentía deseo sexual como “se supone
que debí haberlo sentido”? Quizá porque por primera vez en la vida estando en
esa relación descubrí que una persona puede enamorarse por completo de ti y no
de ti en la cama. Eso me llevó a valorar, disfrutar y querer explotar ese
aspecto en una relación haciéndola diferente de todas las anteriores en las que
parecía que el sexo era lo único presente.
Es lógico que a veces
también la falta de tiempo, el exceso de trabajo y otros factores más pueden
llevarnos a ir perdiendo el deseo sexual y entrar en un modo de recesión a
veces hasta sin darnos cuenta, que con el paso del tiempo la rutina con tu
pareja se vuelva aburrida y tengas pocas ganas de estar en la intimidad, a
veces hasta esperando el momento en el que te proponga un trío para reavivar la
llama, y sí, también es lógico que con el paso del tiempo se acabe el amor. Las
razones por las que tu pareja puede dejar de tener sexo contigo son muchas,
todas lógicas, todas válidas y con una justificación personal. Pero antes de
hacerte ideas y suposiciones, y hasta de pensar que te pone el cuerno, ¿por qué
no preguntarlo y platicarlo?
Ni el sexo, ni la
convivencia, ni los cariños son lo más importante ni lo primordial en una
relación, si así lo han creído todo este tiempo entonces están en un error,
porque desde los tiempos en los que Fey corría entre dinosaurios, lo único, lo
más importante y lo que ha llevado una relación al éxito es nada más y nada
menos que la comunicación. Así de simple. Siempre que tu pareja y tú lleven una
buena comunicación y se tengan la confianza de hablar de cualquier tema, por
muy personal que sea, todo, absolutamente todo lo demás puede tener una
solución. ¿Qué hace semanas que no quiere tener sexo? ¡Háblenlo! No sólo des
por hecho que ya no lo prendes, que de seguro se anda tirando a otros o que se
la pasa en Grindr buscando con quién. Como bien dije, los motivos pueden ser
muchos y muy personales, pero antes de que pienses mandarlo a la mierda por
“frígido”, recuerda mi caso, en el que el amor no faltó, en el que si el sexo
escaseaba era porque yo amaba el hecho de no tocarnos a cada oportunidad y
mejor tocarnos con la mente, porque te diré que las veces en las que le dábamos
duro y tupido al sexo no sólo eran mucho mejores, no sólo era hacerlo porque
teníamos qué, era hacerlo desde otra conexión más personal y con un grado de
placer mucho mayor. ¿Se acabó el sexo? No, el sexo no se acaba, entra en modo
de stand by posiblemente, pero siempre existen formas de sacarlo a flote y
muchas de ellas no están en tu técnica, sino en tu retórica. Piénsalo…
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