jueves, 8 de mayo de 2014

Se acabó el sexo


Dicen que por lo regular la mayoría de los gays son demasiado sexuales, a veces hasta rayando en lo promiscuos. También dicen que las relaciones homosexuales son 60% basadas en sexo y 40 % en el amor. Yo no sé ustedes, pero a mí permítanme dudarlo.
Si bien es cierto que absolutamente todos disfrutamos de una vida sexual plena y activa, voy a desmentir a todos aquellos que generalizan y viven en el erróneo de que un gay es únicamente sexo, sexo y más sexo.

Sí, el aspecto sexual es una parte fundamental en una relación, qué va, no sólo en una relación, en la vida. Una vez que tienes relaciones sexuales se convierte en una necesidad natural y ahora sí que como dicen: el cuerpo lo pide y pues hay que darle gusto, ¿no?  
En la actualidad y con tantas opciones de sexo fácil y rápido es demasiado sencillo caer en tentaciones y convertirte en ese tipo de chavos al que todos conocemos como “putos”, y aunque no está nada padre, preferimos seguirle dando rienda a la pasión sin fijarnos en el qué dirán, lo cuál; debo decir, tampoco está nada mal.

Pues bueno chavos, no todo es miel sobre ojuelas y rechinada de catre las 24 horas. Aunque parezca un tanto difícil de imaginar para muchos, existen hombres con un deseo sexual mínimo, esos a los que no les interesa mucho tener intimidad con su pareja y no por falta de ganas, sino por otros factores a veces algo difíciles de comprender. Te preguntarás, si tanto amas a tu pareja, ¿por qué no querer estar con él? Y déjame decirte que es muy buena pregunta. Los motivos pueden ser muchos, desde la falta de libido, de tiempo, de atracción sexual o hasta de amor, y quizá de todas las anteriores la última sea la peor.

Yo he estado en relaciones en las que el sexo es primordial y aparecía en el menú diario sin haber otras opciones, (qué tiempos aquellos), pero también me ha tocado la otra cara de la moneda y he estado en pareja sin sentir demasiado deseo sexual, sí, lamentablemente yo era el que no tenía ni ganas ni intenciones de mejorar ese aspecto de nuestra vida. ¿Por qué?

He escuchado muchas opiniones en las que se dice que si tu pareja no quiere tener intimidad contigo entonces es un claro signo de que no te ama lo suficiente, de que no le atraes o de que puede que te esté poniendo el cuerno, y déjenme decirles que todos y cada uno de esos razonamientos son simples y estúpidas mentiras. En mi caso, estaba completa y plenamente enamorado de mi pareja, de su inteligencia, personalidad, de su plática, su cultura y de su cuerpo. En pocas palabras, estaba enamorado de todos y cada uno de los aspectos que lo caracterizaban y nos unían como pareja, incluido el sexo, pero cuando la relación pasó a un plano mucho más intelectual que físico, el sexo ya no fue lo más importante y debo decir que a veces era mucho más erótico poder compartir un momento de lectura en pareja que el simple hecho de tocarnos la piel,  porque a fin de cuentas eso lo puede hacer cualquiera. Pero llegar a la mente de tu pareja y conectarse más allá de lo superficial es algo que no todos pueden lograr.
Ok, quizá pensarás que eso no justifica que el sexo deba de parar, y tienes toda la razón. Entonces, ¿por qué aún así y con todo el amor que había no sentía deseo sexual como “se supone que debí haberlo sentido”? Quizá porque por primera vez en la vida estando en esa relación descubrí que una persona puede enamorarse por completo de ti y no de ti en la cama. Eso me llevó a valorar, disfrutar y querer explotar ese aspecto en una relación haciéndola diferente de todas las anteriores en las que parecía que el sexo era lo único presente.

Es lógico que a veces también la falta de tiempo, el exceso de trabajo y otros factores más pueden llevarnos a ir perdiendo el deseo sexual y entrar en un modo de recesión a veces hasta sin darnos cuenta, que con el paso del tiempo la rutina con tu pareja se vuelva aburrida y tengas pocas ganas de estar en la intimidad, a veces hasta esperando el momento en el que te proponga un trío para reavivar la llama, y sí, también es lógico que con el paso del tiempo se acabe el amor. Las razones por las que tu pareja puede dejar de tener sexo contigo son muchas, todas lógicas, todas válidas y con una justificación personal. Pero antes de hacerte ideas y suposiciones, y hasta de pensar que te pone el cuerno, ¿por qué no preguntarlo y platicarlo?


Ni el sexo, ni la convivencia, ni los cariños son lo más importante ni lo primordial en una relación, si así lo han creído todo este tiempo entonces están en un error, porque desde los tiempos en los que Fey corría entre dinosaurios, lo único, lo más importante y lo que ha llevado una relación al éxito es nada más y nada menos que la comunicación. Así de simple. Siempre que tu pareja y tú lleven una buena comunicación y se tengan la confianza de hablar de cualquier tema, por muy personal que sea, todo, absolutamente todo lo demás puede tener una solución. ¿Qué hace semanas que no quiere tener sexo? ¡Háblenlo! No sólo des por hecho que ya no lo prendes, que de seguro se anda tirando a otros o que se la pasa en Grindr buscando con quién. Como bien dije, los motivos pueden ser muchos y muy personales, pero antes de que pienses mandarlo a la mierda por “frígido”, recuerda mi caso, en el que el amor no faltó, en el que si el sexo escaseaba era porque yo amaba el hecho de no tocarnos a cada oportunidad y mejor tocarnos con la mente, porque te diré que las veces en las que le dábamos duro y tupido al sexo no sólo eran mucho mejores, no sólo era hacerlo porque teníamos qué, era hacerlo desde otra conexión más personal y con un grado de placer mucho mayor. ¿Se acabó el sexo? No, el sexo no se acaba, entra en modo de stand by posiblemente, pero siempre existen formas de sacarlo a flote y muchas de ellas no están en tu técnica, sino en tu retórica. Piénsalo… 

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