miércoles, 18 de junio de 2014

Economía en una relación. ¿Cuánto gana tu pareja?



Dicen que el dinero no compra la felicidad… Pero no es lo mismo llorar dentro de un Ferrari que hacerlo en un Vocho. ¿Cierto? Lo que me deja pensando, carajo… ¡Yo ni siquiera tengo un Vocho! Entonces… ¿Tengo permitido llorar? ¿Se puede Big Borther? ¿Se podrá?

¿Qué es lo que pasa cuando empezamos a salir con alguien? ¿Qué tanta importancia le damos a los ingresos económicos de un prospecto de pareja o de la pareja en sí? Como aquí siempre se habla con la verdad, y aunque muchos (yo entre ellos) digamos que cuando hay amor lo de más es lo de menos, el nivel económico de alguien que nos gusta siempre será uno de los factores importantes a la hora de decidir avanzar con la relación.

No me van a dejar mentir. ¿Qué pasa si conoces a alguien y te dice que trabaja en algo que no te gusta o que sabes que no es suficientemente bueno para tus intereses? ¿Aún así te das la oportunidad de conocerse? ¡NO! Y por más que queramos hacernos los equitativos, buena onda o comprensivos, la verdad es que esas cosas ya no suceden. Tu oficio habla mucho de ti, y entre más aspiracional sea resultará mejor para el ligue. No se trata de que seamos unos interesados o trepadores, no, no se confundan. Se trata de buscar una equidad en la relación.

Aunque de inicio puede que no te haga ruido el que tu pareja gane menos que tú, la realidad es que con el tiempo los problemas pueden salir a flote cuando no pueda mantener el estilo de vida que tú llevas. ¿Salidas a cenar varias veces por semana? ¿Al cine? ¿Obras de teatro y actualizar tu guardarropa al menos una vez al mes? ¡Mejor ni hablamos de los viajes! Además de que estar con alguien cuyos ingresos no sean al menos equivalentes a los tuyos puede llegar a ser un problema de dinero, no hay que olvidar que puede convertirse también en uno de autoestima.

Créeme, yo he estado en ambas circunstancias. Cuando mi ex era el jodido de la relación (casi literal porque no trabajaba) la relación no duró más de 3 meses. ¿Por qué? Porque a pesar de que era una persona con ambiciones, en ese preciso momento de su vida se encontraba en etapa de estudiante, una etapa que yo ya había pasado años atrás. Y por más que uno invierta tanto su tiempo como su dinero en una persona en la que está muy interesado, tarde o temprano te vas a cansar, y tu cartera contigo. Es algo así como un típico caso en el que quisieras decir: “Todo está cool, eres un buen tipo y te quiero, pero búscame cuando hayas terminado tu carrera y empieces a ser independiente”. ¿Me explico?

Cuando yo fui el jodido de la relación las cosas fueron diferentes. Y cabe aclarar que al llamarme “jodido” no es porque lo fuera, mis ingresos eran buenos y podía pagar por un estilo de vida muy aceptable, el problema era que los de mi pareja se duplicaban por mil, y en dólares. Aunque nunca me sentí menos y trataba de mantener una equidad en cuanto a los gastos que compartíamos, la realidad era que a pesar de mis metas profesionales él ya había logrado un estatus mismo que yo (todavía aún) estoy trabajando por conseguir.

Al momento de conocer a alguien SIEMPRE vamos a preguntar a qué se dedica, y es lógico pues es parte de las cosas que determinarán si tienen algo en común y si pueden compartir temas o enseñarse nuevos entre ambos. Pero seamos honestos, si uno ya pasó años fregándose y trabajando para lograr ascender en el ámbito profesional, lo usual es que busque a alguien con la misma hambre de éxito o al menos que no sea un bueno para nada carente de metas.

Sí, podrá ser muy atractivo salir con el mesero sexy de algún restaurante, pero ¿hasta dónde va a llegar esa relación? Si bien ellos a veces ganan mucho más en propinas que uno, la verdad es un trabajo que no demuestra grandes aspiraciones, mucho menos si ya se encuentra a mitad de sus veintes.

Dicho esto, podemos ver que para muchos no sólo cuánto ganes es importante, sino también cómo lo hagas. Otro ejemplo: Tú novio gana 3 veces lo mismo que tú… Siendo Go-Go dancer o escort. Aunque habrá muchos a los que no les moleste tal cosa, me atrevo a decir que la gran mayoría lo pensaríamos dos veces antes de involucrarnos con alguien de esa profesión.

Con cada año nos empezamos a volver más exigentes, sabemos más a qué o quién le tiramos y nos es mucho más fácil descartar prospectos y decidir cuáles pasan todos esos filtros que ponemos. Y aunque encontrar a alguien con quién sentirnos no únicamente iguales, sino además incluir admiración por lo que ambos hacen parece una tarea difícil, ciertamente no la es. Sólo hay que tener muy claros nuestros objetivos y no darnos por vencidos a la primera tormenta.


Pero bueno, por el momento yo no gano millones ni viajo a Dubai, no pago restaurantes caros ni ropa de marca, así que no espero encontrar a alguien que en este momento de su vida lo haga. Así que mi meta podría ser algún jodido extremadamente creativo y dedicado al arte que comprenda cómo funciona esto. ¿Alguien con el perfil? Pero eso sí, aunque hoy ni Vocho tengo, mañana lloraré feliz en mi Ferrari. ¡Venga!

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