jueves, 8 de mayo de 2014

A 10 años... ¿Qué dejó la cultura "Mean Girls" al mundo gay?



Ok. Se cumplieron 10 años del estreno de la película “Mean Girls”, sí, esa que te enseña a ser una “perra adolescente” tratando de que al final veas que no deja nada bueno ni ser popular, ni ser de la “realeza”. Y debo decir que, a mi ver, la mayoría de los homosexuales que han visto esa película, no entienden lo segundo que acabo de mencionar.

Sí, admito que hace 10 años que vi la película me causó emoción, me subió el ego y me llevó a adoptar actitudes de las que hoy no me siento tan orgulloso. Bueno, ¿qué puedo decir? No siempre tuve la mentalidad por la que agradezco el día de hoy, lo reconozco. Pero, aún con el paso del tiempo, y aún con que la película se haya vuelto casi de culto para un gran porcentaje de la comunidad homosexual; a la par que Lindsay Lohan, ya sea por drogadicta, bisexual, alcohólica o por sexy, la verdad es que ese boom que los gays tienen por la película va más allá del simple gusto. No, lo que es realmente impresionante es que sigan adoptando, creyendo y viviendo con actitudes como las que ahí se muestran, pensando que son esas mismas las que les van a dar un estatus mucho más deseable.

¡Por favor! Por más que me guste la película; porque me gusta, es completamente irracional que la comunidad homosexual la haya adoptado como propia únicamente porque describe ese tipo de actitud que la mayoría quiere; o anhela tener. Sí, gran parte de los gays que son socialmente aceptados como “guapos” creen que una actitud arrogante, inalcanzable y “bitch” les va como anillo al dedo. Que comportarse como los dioses del olimpo y hacer a un lado a cualquier otro mortal les va a dar un nivel mucho mejor y a convertir en “celebridades”, cuando hay qué aceptarlo, nadie es una celebridad ni mucho menos de la realeza.

La concepción que cada uno le da a la temática de una película es un rollo muy personal, pero me arriesgo a decir que los gays se sienten tan fascinados con “Mean Girls” porque maneja situaciones y actitudes que jamás podrán tener. Y sí, una cosa que debo decir es que la comunidad homosexual tiene mucho en común con la película, los chismes, las traiciones, la superficialidad y esa necesidad de ser aceptados, arrogantes y famosos. Pero, ¿qué es la fama hoy en día?

La fama de nuestros tiempos se mide en seguidores en Twitter, en likes de Facebook, en con quién sales (y que te vean de fiesta con él), en las personas a las que conoces o a qué te dedicas. Y la verdad es que no hay cosa más triste que esa. Llegamos al punto de confundir a una “celebridad” con un verdadero artista, y llegamos al punto en el que cualquier tipo medianamente guapo o con buen cuerpo que tiene 10 mil seguidores en sus redes sociales se siente famoso y con la seguridad de dar un autógrafo cuando nada en su persona transpira o respira arte.

Ser famoso en el mundo homosexual es una realidad y un deseo que existe sin razón alguna. Muchos tratan de llegar a ello saliendo con gente guapa, deseada, a muchos ni siquiera les importa que se les conozca por “zorras”, con que se hable de ellos. El caso es que en el mundo gay aplicamos DE MÁS ese dicho de: “Aunque sea mal, mientras hablen de ti”. Y es más, siendo gay, mientras peor hablen para muchos es mejor.


¿Es neta que eso es lo que les llena? ¿En realidad se sienten tan importantes porque alguien esté llevando chismes por todos lados? Va, les valgo que de los 18 a los 21 quizá les llene que se hable de ustedes y tengan cierta “fama” dentro del mundo homosexual, pero después de cierto tiempo en lugar de darte “prestigio” lo que da es pena ajena. Conozco a tantos que casi van rondando los 40 y aún siguen adoptando ese tipo de actitudes mediocres y lastimeras en las que creen que ser popular lo es todo. Y antes de que me digan que lo que hablo lo hablo por ardor, coraje, miseria o lo que sea que les cruce por la mente, déjenme decirles que si me doy el derecho de hablar de ello es porque hace ya varios años yo estuve en ese lugar. Ese lugar en el que ser guapo es DEMASIADO importante, en el que tener un novio considerado como “hot” era impresionante, en el que tener un círculo de amigos VIP te daba otro nivel, y créanme que con el paso de los años (y con mis 27 años cumplidos hace 2 días) en lugar de darme satisfacción por haberlo experimentado, me da demasiada risa de mí mismo. Porque aunque otros lo vieron “cool” en ese tiempo, para muchos otros era una burla.

¿Qué hay en la mentalidad de un gay para sentir la necesidad de adoptar tales actitudes? ¿De dónde viene esa gran necesidad de atención? Y si lo piensas bien, la mayoría de los que han visto la famosa “Mean Girls” se sienten Regina George, cuando en el fondo puedo asegurar que se identifican con Cady Heron. ¿Y por qué? Porque en el fondo saben que esa actitud de “Queen Bee” sólo es un deseo, es ocultar su simplicidad por aparentar ser mejores, vamos, es una mentalidad wannabe.


Te invito a que te preguntes… ¿Quién dijo que ser simple es malo? ¿En dónde se establece que por ser gay tienes que ser fabuloso y famoso? Esto es algo que nadie me cree, pero es real, mi mejor época desde que vivo una vida abiertamente homosexual, la he vivido fuera de foco, sin ir a antros, sin estar metido en chismes o triángulos amorosos, alejado de traiciones y falsas amistades. Y por más que el ambiente gay trata de jalarte todo el tiempo, no hay nada más reconfortante que mantenerse al margen por propia salud mental, y siendo siempre fiel a quien realmente se es. ¿De hueva? Quizá. ¿Y a quién le importa mientras seas feliz? No, mis queridos lectores. Ser gay es meramente una orientación sexual, no el intento por llegar a un mejor y popular nivel social. A fin de cuentas puedes ser muy perra, pero recuerda que a esas nadie las quiere… O las arrolla un autobús.  

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